En nuestra última entrada hablamos de la forma de preparación de las tierras decantadas. En esta continuamos con el proceso.
Fórmulas para la preparación de las tierras decantadas
Tierra decantada blanca
- Arcilla refractaria blanca: 400 gr.
- Agua: 2 l.
- Hexametafosfato sódico: 2 gr.
Fórmula para todas las demás arcillas.
- Arcilla: 97,8 gr.
- Agua: ½ l.
- Hexametafosfato sódico: 2,2 gr.
Estas fórmulas las aprendí de Miguel Mollet en uno de sus fantásticos talleres.
Aplicación
Ya hablamos en otra de nuestras entradas sobre las terras sigillatas o tierras decantadas, un poco sobre su aplicación a lo largo de la historia de la cerámica, así como de su forma de preparación. En esta ocasión vamos a hablar sobre cómo aplicarlas sobre las piezas y algunas de las técnicas que se pueden utilizar para su decoración.
Una vez que tenemos preparada la tierra, lo habitual y lo mejor, según mi experiencia, es aplicarla sobre piezas crudas, semisecas o en dureza de hueso. La superficie de la pieza debe ser muy fina, incluso bruñida para obtener los mejores resultados. Sobre pastas con chamota o irregularidades no suele funcionar bien ya que no adquiere tanto brillo. Puede aplicarse también sobre piezas ya bizcochadas, pero mi experiencia es que en la mayoría de las ocasiones no se adhiere bien y acaba desconchándose en algunas zonas.
La forma de aplicarlas sobre el soporte cerámico puede ser con paletina, en baño o con pistola. Yo suelo aplicarla con paletina, en varias capas y esperando a que seque parcialmente entre capa y capa.
En la mayoría de las ocasiones con sólo aplicarla ya aparece el brillo característico que aumentará si frotamos la pieza un poco con un paño de algodón o con los mismos dedos secos.
Hay que tener en cuenta, que las tierras decantadas, aunque cierran casi completamente el poro de la pasta no impermeabilizan la pieza completamente, por lo que si queremos que ésta pueda contener líquidos deberemos esmaltar su interior, lo que podemos hacer bien con un esmalte monococción o bien, para mayor seguridad, podemos bizcochar primero la pieza y esmaltarla después para una segunda cocción.
En cuanto a los colores que podemos conseguir con las tierras decantadas, la gama va desde los blancos hasta los negros, si utilizamos pasta negra con alto porcentaje en manganeso, pasando por una amplia variedad de ocres y rojizos cuando elaboramos la tierra decantada con arcillas ricas en hierro.
Lo más recomendable, para evitar problemas de adherencia es aplicar las tierras decantadas sobre soportes de la misma pasta, aunque en muchos casos, suelen adherirse bien a otras pastas. Sí debemos utilizar pastas claras si vamos a aplicar tierra decantada blanca.
Usos decorativos de las tierras decantadas
Una vez aplicada la tierra sobre la pieza cerámica, ésta ya adquiere un brillo especial e incluso mayor consistencia a pesar de estar aún cruda.
Son numerosas las técnicas decorativas que se pueden aplicar sobre las tierras decantadas. En la mayoría de los casos se trata de técnicas sencillas pero que le dan a las piezas unos acabados muy atractivos. A mí en particular, lo que más me gusta de este acabado es su tacto y la delicadeza que les confiere.
Una de las técnicas más sencillas y con un resultado muy atractivo es el esgrafiado.
Sobre la pieza ya bañada en la tierra, procederemos a trazar el dibujo y a esgrafiarlo con un punzón, alfiler o cualquier otra herramienta adecuada para ello. Es preferible que la pieza no esté completamente seca. En este caso, si utilizamos una pasta soporte de color diferente del de la tierra para conseguir un mayor contraste entre las incisiones y el resto de la superficie.
Las tierras decantadas se utilizan habitualmente como base para la aplicación de técnicas de rakú desnudo, la conocida como Pelo de Caballo y otras decoraciones con humos y en reducción.
Coloreado:
Se pueden colorear con sales solubles como, Cloruro de hierro, Sulfato de hierro y cloruro de cobalto, dicromato potásico, entre otras. Las sales pueden aplicarse antes del bizcochado o después, con pincel, pistola, esponja… Durante la aplicación de las sales, el calor actúa como fijador y potencia la coloración, por lo que se puede utilizar un secador, el horno caliente o incluso poner las piezas al sol una vez coloreadas. Ten en cuenta que las sales suelen ser tóxicas y desprenden vapores dañinos, por lo que te recomiendo que utilices mascarilla y guantes al aplicarlas.
Aplicación de reservas y tratamientos con humos:
Uno de los acabados más espectaculares para las piezas con tierras decantadas son los tratamientos con humos, ya sean cocciones tipo rakú u otras técnicas. Las reservas se pueden aplicar con diferentes materiales: engobe, cera, plantas y otros materiales combustibles. En este caso es cuestión de dejar volar la imaginación para hacer composiciones variadas y atractivas.
Son muchos los ceramistas contemporáneos que utilizan las tierras decantadas como base de sus creaciones, como Miguel Mollet, del que aprendí esta técnica y cuyas piezas son de una exquisita delicadeza y belleza.
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