Además de la serigrafía existen otras técnicas gráficas que podemos aplicar a la cerámica de manera artesanal y con materiales de los que podemos disponer fácilmente y con bajo coste. Todas ellas las aprendí en el curso que realicé el año pasado con Graciela Olio.
Monoimpresión
Materiales necesarios:
- Un trozo de vidrio de tamaño superior a la imagen que deseamos transferir.
- Tinta cerámica
- Papel de molde o papel manila
- Punta o lápiz
Proceso:
- Prepararemos la tinta con óxidos cerámicos, fundente y agua, bien molidos en un motero hasta crear una pasta homogénea y sin grumos. La textura debe tener cierta densidad. En el caso de que su aplicación sea para soporte de alta temperatura podemos prescindir del fundente.
- Pintamos el vidrio con la tinta de manera homogénea.
- Dejamos secar un poco hasta que empieza a desaparecer el brillo y queda satinado.
- Colocamos el papel manila o de molde sobre el cristal por la parte más rugosa sin presionar y lo fijamos con cinta para que no se mueva.
- Con una punta o lápiz hacemos el dibujo que queremos transferir.
- Retiramos el papel y el dibujo debe haber quedado transferido en él.
- Lo traspasamos al barro frotando con una cuchara.
Esta técnica permite hacer trazos muy finos y precisos y jugar con diferentes grosores de punta.
Transferencias tipo carbónico
- Un trozo de vidrio de tamaño superior a la imagen que deseamos transferir.
- Tinta cerámica
- Papel de molde o papel manila
- Dibujo o diseño a transferir
- Punta o lápiz
Proceso:
Procedemos de la misma manera que en el ejercicio anterior pero en lugar de hacer un dibujo a mano alzada colocamos el diseño sobre él y lo vamos marcando. Después lo traspasaremos frotando con una cuchara.
Otra opción con resultados muy interesantes consiste en:
- Aplicar la tinta directamente sobre la fotocopia con el diseño por el reverso, o bien en un papel de molde (da mejores resultados).
- Transferir el dibujo con una punta directamente sobre el barro, aún húmedo. De este modo crearemos cierto relieve. En este caso la línea será mucho más gruesa y se abrirá más o menos dependiendo de lo húmeda que esté la pasta soporte.
En estos dos casos la transferencia de la imagen es directa por lo que no es necesario que la fotocopia sea en espejo.
Puede utilizarse varias veces antes de que se seque. Lógicamente las primeras impresiones serán más nítidas y oscuras.
Transferencia directa desde fotocopia
Materiales necesarios:
- Tinta cerámica (igual que las anteriores)
- Fotocopia láser (NO chorro de tinta) del dibujo o diseño a transferir en negativo y en espejo. Debe tratarse de una imagen con mucho contraste ya que los grises no funcionarán.
Proceso:
Pintamos con la tinta sobre la fotocopia por la cara impresa. Las zonas impresas repelerán la tinta, quedando ésta sólo en las zonas blancas. Es importante que la fotocopia sea láser, sino no funcionará.
Para que quede más limpio trataremos de entintar sólo las zonas blancas.
Dejamos secar un poco, no del todo, lo aplicamos sobre el soporte y frotamos con una cuchara.
Una variante de esta técnica consistiría en:
Una vez entintado el papel, bañarlo con cuidado en un engobe.
Lo dejaremos secar en horizontal en plano.
Cuando esté en dureza de cuero lo transferimos sobre el soporte. En este caso el soporte debe ser una placa de barro crudo.
Jugando con el secado o bien poniendo el barro sobre la plantilla en lugar de la plantilla sobre él podemos conseguir efectos muy variados de craquelados, grietas…
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